martes, 30 de julio de 2013

literatura: no quiero que me entretengas, quiero que me transmitas experiencia por medio del lenguaje

domingo, 28 de julio de 2013

viernes, 26 de julio de 2013

Buenos Aires

cada vez escucho más gente que dice "qué espanto Buenos Aires, ya no se puede vivir en esa ciudad". y a mí me pasa todo lo contrario. siento cada vez más deseos de irme a vivir al Centro, al casco histórico. 
nací acá. viví siempre de un lado de la ciudad, en belgrano, en saavedra, una de las biografías sobre mí que podría escribir se sostiene en el barrio. fui a un colegio de monjas en belgrano R. me gustaba ir al cine a una cuadra de lo de mis abuelos, frente al museo larreta. a veces íbamos a almorzar antes de las clases de gimnasia a las barrancas de belgrano. con mi primer novio solíamos sentarnos a conversar en una casa de la calle Villanueva. una de nuestras típicas salidas era ir a caminar por el barrio, ver casas y plantas y sentarnos a charlar. empecé a leer a los naturalistas europeos de bastante chica; compraba los libros en una librería que estaba enfrente de la iglesia de la redonda; la atendía una mujer con el pelo color radicheta y anillos de acrílico en las manos. yo tendría 12. un día me preguntó: "¿quién te manda a leer estos libros?". tuve que explicarle mi cariño por lo fueguino. 
cuando empecé a trabajar, comencé a conocer bien el centro. hasta entonces, sólo iba a recitales en el Ópera, el Gran Rex, el Luna. alguna que otra vez al Colón. pero no tenía caminado el centro. desde el octavo piso de diagonal 1211 veía las cúpulas de los edificios más antiguos de la ciudad y a las personas moverse en la plaza como si fueran pequeños muñecos articulados. conocí las librerías de la calle corrientes, donde revolví hasta el último estante. estudié 4 niveles de latín sentada en La Giralda. la mesa que da a la calle es la mejor, pero es la más difícil de conseguir. ahora recuerdo que de adolescente iba con ese primer novio al tortoni a escuchar a Dolina. ahí se abrió ante mis ojos la avenida de mayo, que más tarde entendí cuando vi la gran vía madrileña. el empapelado del petit colón, la inscripción "liber liberat" en el colegio sobre la calle Libertad, los cines donde pasaba las tardes haciendo tiempo hasta ir a cursar. el cosmos, claro, pero también el premier y uno que estaba sobre cerrito que cerró. 
cuando empecé a trabajar en diarios y en la radio, comencé a conocer el submundo del centro y del microcentro. esa decadencia y resistencia de las galerías, los vendedores de oro, la calle florida, los cines de lavalle cuando se hace peatonal. los bares. pauline y sus sandwiches deliciosos. el brigthon, con su pianista salido de "Casablanca". tomar un Baileys ahí en invierno y conversar con un pretendiente en una mesa circular era estar un poco en una Buenos Aires que ya no existe. luego, la calle Paseo Colón con sus recovas, sus hoteles familiares, sus bares de viejo. Cortázar la llamó "la calle más triste del mundo" en una novela muy rara, "El examen": transcurre en una Buenos Aires invernal, de noche, las personajes deben estudiar para dar un examen, pero en cambio caminan y caminan por la ciudad. sobre Paseo Colón está el antiguo correo. y detrás, el Luna Park. cuántos recitales de Charly y de otros músicos de rock nacional fui a ver ahí con amigos. la pizza obligada después. 
tuve un novio en san telmo. estaba mitad de novia con él mitad de novia con el barrio. solía haber conciertos en el parque lezama. me acuerdo que una noche de verano fuimos a escuchar al chango spasiuk. también en una época solía encontrarme a charlar con un poeta en el bar el hipopótamo, justo en una de las esquinas del parque. y después, la boca. las tardes visitando el museo quinquela, las noches viendo teatro en la ribera. tomar el 29 casi entero para llegar hasta allá.
tuve que conocer otras ciudades del mundo para empezar a conocer Buenos Aires. no porque no me interesara, sino porque no sabía que esta ciudad tenía tantos lugares. en una época, agarraba el diario, me fijaba qué había para hacer y cada día hacía algo distinto. así vi varias películas de torre nilsson sobre la obra de puig en el antiguo museo del cine. vi cuadros de dalí en bellas artes. conocí la biblioteca del teatro cervantes, una de las más completas. la ñata contra el vidrio en los locales de ropa de bailarina alrededor del Colón y luego verlas a ellas en el subte a la mañana tempranísimo con el pelo ajustado en un rodete yendo a estudiar. 
esta Buenos Aires que cuento no es la Buenos Aires de ahora. si bien no pasaron más de diez años, internet cambió mucho la manera en la que nos relacionamos en la ciudad. cuando quedabas en una esquina con una persona a tal hora, quedabas. no había modo de avisar que llegarías tarde, menos de cancelar. por ejemplo. imaginen por un momento esta ciudad sin celulares y sin conexión masiva a internet. existió!
no dije nada de la Buenos Aires de los teatritos. uno en la calle Sarandí, creo, donde un amigo hacía una obra. la misma sala donde otra amiga después hizo una. la casa de cataluña. Puerto Madero eran unos diques abandonados donde decían que iban a trasladar algunas universidades privadas, donde después pasé una parte de mi juventud, pero en ese momento eran estructuras desangeladas comidas por el agua. 
hubo una época muy linda de Buenos Aires, una época de mucho teatro e intercambio con otras ciudades. recuerdo el cierre de un festival internacional de teatro sobre la calle corrientes cortada con muchísimas personas bailando con un grupo de música francesa, les yeux noirs. antes de eso, el ciclo Buenos Aires No Duerme. Después, una serie de recitales multitudinarios en Puerto Madero. después de eso, cromañón. 
yo que durante mi adolescencia bucólica y hippie la detestaba. que en mi primera juventud no la entendía, creo que me convertí en uno de esos personajes de la ciudad que ya vienen con ella. imagino una vejez junto al río de la plata, con anillos de piedras en las manos, cantando tango. ojalá me salgan verrugas en la cara. Buenos Aires, la reina del Plata, la París de sudamérica, mi Ítaca, mi Dublín. 

jueves, 18 de julio de 2013

baqueana del amor
desmalezo caminos
para encontrar-
-te el punto exacto
de la llanura
que se hace cielo.

domingo, 14 de julio de 2013

voy a vivir esta vida
peregrinando la palabra
aunque me cueste decir
vivir esta vida
aunque me cueste volver a decir
yo ya no soy esa.

viernes, 12 de julio de 2013

¡ay!, mi corazón,
lo lastimaste con crueldad.

¡ay!, mi corazón,
deshidratado pimiento rojo.
la tarde que vimos
por televisión
cómo demolían
el Albergue Warnes
conocimos el silencio entre notas
la pantalla desprendió
el olor de los materiales
cal, arena, cemento, ladrillos,
el sudor dulce del trabajo del hombre
el ruido de una rama ronca
nos trajo de vuelta 
al comedor diario
la tarde que vimos
por televisión
Warnes, Chorroarín, 
Constituyentes y las vías 
del viejo tren Urquiza.

lo único que extraño de fumar
es bajar por la madrugada
al playón de alguna terminal
cuando el micro para
en una ciudad fantasma
los pasajeros duermen
y alguien sube con una caja de cartón
atada con hilos
conversa con el chofer
le ceba un mate
y yo siento el aire frío profundo
pongamos de la patagonia
que llena mis pulmones
antes de la pitada inicial
esa que sosiega mis pensamientos
o los desata.

jueves, 11 de julio de 2013

"Algún día se nos tendrá en cuenta, y todo el mundo pensará que siempre fue así, igual que muchos jóvenes pensarán que todos los privilegios, toda la libertad, todo el disfrute que ahora posee una mujer siempre le perteneció. No tienen idea de que cada centímetro de terreno que hoy pisa la mujer ha sido ganado mediante el duro trabajo de un puñado de mujeres en el pasado".

Susan B. Anthony, Estados Unidos, siglo XIX

miércoles, 10 de julio de 2013

leer y escribir

y así pasar el invierno entre voces que arrullan


Lectura, escritura y traducción para creadores y curiosos.

No se necesitan conocimientos previos sobre literatura.

¡Muchas gracias por la difusión!




Belén Iannuzzi nació en Buenos Aires en 1979. Trabajó como investigadora en Primera poesía argentina (Ediciones En Danza, 2006), estudió la obra de Luis Alberto Spinetta en Poéticas del rock(2007), traducido al alemán, Poetik des argentinischen rock (Ed. Abrazos, 2010). Publicó las plaquetas Pajaritos (Zorra/Poesía, 2008), Oímos el run (Zorra/Poesía, 2009) y Findelmundista (Color Pastel, 2009), y los libros de poesía Haikus gordos (La Propia Cartonera, Montevideo, 2010), El origen de las especies (Pánico el Pánico, 2010) y Todos los bosques (Pánico el Pánico, 2012). Es profesora en Letras Clásicas. 

jueves, 4 de julio de 2013

Destino del canto

Nada resulta superior al destino del canto.
Ninguna fuerza abatirá tus sueños,
porque ellos se nutren con su propia luz.
Se alimentan de su propia pasión.
Renacen cada día, para ser.
Sí, la tierra señala a sus elegidos.
El alma de la tierra, como una sombra, sigue a los seres
Indicados para traducirla en la esperanza, en la pena,
en la soledad.
Si tú eres el elegido, si has sentido el reclamo de la tierra,
si comprendes su sombra, te espera
una tremenda responsabilidad.
Puede perseguirte la adversidad,
Aquejarte el mal físico,
empobrecerte el medio, desconocerte el mundo,
pueden burlarse y negarte los otros,
pero es inútil, nada apagará la lumbre de tu antorcha,
Porque no es sólo tuya.
Es de la tierra, que te ha señalado.
Y te ha señalado para tu sacrificio, no para tu vanidad.

La luz que alumbra el corazón del artista
es una lámpara milagrosa que el pueblo usa
para encontrar la belleza en el camino,
la soledad, el miedo, el amor y la muerte.
Si tú no crees en tu pueblo, si no amas, ni esperas,
ni sufres, ni gozas con tu pueblo,
no alcanzarás a traducirlo nunca.
Escribirás, acaso, tu drama de hombre huraño,
solo sin soledad ...
Cantarás tu extravío lejos de la grey, pero tu grito
será un grito solamente tuyo, que nadie podrá ya entender.
sí, la tierra señala a sus elegidos.
Y al llegar el final, tendrán su premio, nadie los nombrará,
serán lo "anónimo",
pero ninguna tumba guardará su canto ...

Atahualpa Yupanqui

.

el barrio de belgrano es mi dublín. la plaza de juramento, la iglesia, el larreta, el museo sarmiento, el cine delimitan su extensión. 

viernes


cierre de la muestra "Relámpagos digitales", de Nicolás Crespo

Musicaliza Juan Patricio Kehoe

Lee poesía Sofía Calvano

Espacio De Arte Eseade
Uriarte 2472
a partir de las 19 hs.

lunes, 1 de julio de 2013

conocimos el equilibrio
vino justo cuando dejamos de reír, laxas a la deriva
la temperatura del viento nos empujó sobre el agua inclinada,
¿hacia dónde? hacia allá
adonde va la marea, un susurro de besos y ramas de sauce.

en Confiemos en el río, Gabriela Bejerman, Ediciones Proveedora de Droga, Buenos Aires, 2011

cajitas



Joseph Cornell (Nueva York, siglo XX)