sábado, 3 de enero de 2015

desnuda sin mi bolso

1.
un hombre que podría ser mi padre pero que en cambio quiere ser mi novio se ofende del otro lado del teléfono porque no pasaré año nuevo junto a él y sus hijas. estoy arriba del tren con un vestido viejo y un bolso tejido. está por anochecer. en el vagón un grupo de senegaleses baila música árabe, mientras aplauden, como en un exorcismo de todo lo que pasó en el año. cuando me baje de este tren, tendré que combinar con otro tren para llegar a un campito en las afueras, donde me esperan para comer y recibir el año.

2.
la gente se ve apurada, son los últimos movimientos antes que den las 12 y todo siga igual pero distinto. un chico corre con una caja de fin de año de esas que dan en las empresas, dos amigos se ríen, una familia con chicos chiquitos come choripán. año nuevo con el pueblo. a mi lado, se sienta un señor grande y corpulento. mando dos mensajes. pongo música. el tren arranca hacia el sur.

3.
no sé cómo pasó, pero pasó. fue en avellaneda. una mano rompió el vidrio, que se cayó sobre mi falda, junto a un cigarrillo encendido y yo que no entiendo nada. un hombre sin rostro me arranca el bolso y se va caminando por el andén. el tren arranca. me quedo helada. me pongo a llorar sin consuelo.

4.
el teléfono, documentos, plata, las llaves de mi casa, el mp3, ropa, el remedio homeopático, un blíster de ibuprofeno, toallitas. mi última esperanza de pasar año nuevo en paz.

5.
ahora estoy en otro vagón con cuatro guardas viejos y uno joven que me miran con resignación. hablan por handy con otros guardas de otras estaciones. me dicen la zona está sin policía, sin prefectura, no hay nadie. no creo que vayas a encontrar tus cosas. a ver, vos, y señala al guarda joven, acompañala, buscá en las estaciones, yo estoy avisando por handy desde acá. me miran con más resignación. subimos y bajamos escaleras, abrimos puertas de habitaciones minúsculas donde empleados ferroviarios miran tele y fuman y dicen que no vieron nada no no que no saben nada que no nadie les dejó un bolso no no ni idea.

6.
el guarda joven me dice que no me ponga mal. que él me presta una SUBE para que vuelva a mi casa. me pongo peor. entonces enciende una linterna y se baja a las vías y busca mi bolso o restos de él, para un lado, para otro. nada. sólo perros vagabundos, peludos, echados, más allá del tiempo.

7.
me dice que tenía que ir a alejandro korn pero que ahora tiene que tomarme los datos para justificar que lo mandaron de vuelta a buenos aires. nombre, domicilio, teléfono (no tengo, me lo robaron, sabías!), hora del robo. loco, parecés cana, tené un poco de empatía, me afanaron todas mis cosas, es año nuevo. tengo empatía, te dije que te daba mi SUBE. bueno. una enseñanza más: la gente te ayuda como puede. a veces puede mucho, a veces poco. pero ese poco para ellos tal vez sea mucho y vice versa. lloro. me consuelo con argumentos progresistas: está bien que me haya robado porque él tuvo menos oportunidades que yo. me cebo con otros argumentos para nada biempensantes.

8.
llegamos a buenos aires, tampoco hay policía. yo me siento desnuda sin mi bolso, sin mis cosas. otra enseñanza: las cosas son sólo cosas, que es todo lo otro que ponemos en ellas. me lleva al cuartito central, donde guardas, empleados y empleadas van y vienen con planillas de trenes que tienen que salir o que están por salir o que nunca saldrán y relojes enormes y mesas de madera de roble de un país próspero que ya no es más. me hablan pero no entiendo qué me dicen. me ofrecen un vaso con agua. me dicen vení, vamos a la comisaría.

9.
subimos por un ascensor viejo al sexto piso de la estación. desde un ventanal enorme se ve buenos aires de noche como si fuera ciudad gótica. me reciben cuatro policías gordos, viejos, enfriando sidra, cortando pan dulce. la tele está encendida. entro al despacho del comisario. nombre, apellido, profesión, domicilio, hora del robo, qué llevaba en el bolso, cómo era el hombre que le robó, podría describirlo, en qué estación. la ventana de la unidad estaba abierta. el hombre entró y salió corriendo. describa. disculpe, oficial, pero no puedo más. voy a llorar. y lloro lloro lloro. me trae un vaso de plástico con osos dibujados en azul y amarillo con algo de agua. le pido un cigarrillo. lo fumo como un preso. sigue anotando en su computadora. me ofrece el teléfono. llamo a mi madre. lloro. lloro. al rato llama mi padre. que en media hora me busca por aquí, que si me lastimaron lo diga porque la carátula no es robo sino robo y lesiones. bueno bueno bueno papá. corto. me dice el poli vení a la mesa de año nuevo.

10.
poli 1. poli 2. poli 3. poli 4. perro 1. perro 2. yo.

11.
llamo a movistar para bloquear el teléfono, me dicen que habían llamado para preguntar el crédito y que se metieron en mis redes sociales. me meto en la computadora del comisario. permiso comisario le voy a usar la pecé. cambio mis contraseñas. lloro un poco. trato de entender qué es lo que dan en la tele pero no entiendo nada. miro por la ventana. buenos aires no parece buenos aires. yo no parezco yo.

12.
suena el teléfono. es mi papá que está abajo esperándome en el auto. el comisario me dice justo para las doce, si te quedabas te iba a tener que saludar con un abrazo. un policía al que no había visto me acompaña. los policías son todos iguales, como los chinos. bajamos por el ascensor viejo. en el descanso, un grupo de tres ferroviarios prepara la mesa, gritan vamos que son las doce ya. los perros van y vienen. atravesamos la terminal absolutamente vacía y enrejada, de una punta a la otra, porque está cerrada con llave y debemos salir por la puerta de atrás. en la calle, unos lúmpenes tratan de prender fuego un auto viejo, una mujer grita, otros corren arriba de un changuito de supermercado empujado por un hombre descalzo, un nene solo me mira con ojos vidriosos. me dice con la mirada sacame de acá. yo sigo caminando con el policía, que me cuenta que además es profesor de literatura y que el año que viene se va a jubilar y sólo dará clases. le digo que qué bueno, que yo también estudié literatura, que mejor que deje y sólo dé clases, que va a poner en cuerpo, pero de otra manera. una mujer corre con una nena de la mano y un borracho le dice feliz año al poli. toca la bocina un hombre que podría ser mi padre y es mi padre. abrazo al policía y le digo gracias, gracias por todo. feliz año. subo al auto. lloro. vamos derecho pro Brasil. en la calle la gente grita, estallan fuegos artificiales.

13.
felicidades (clic)

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