Vamos a buscar
al enorme dragón
a su morada entre las ruinas de oro.
La noche nos guía
al sol se asomará
y al volverse
lo obligaremos
a dar su corazón
a dar el antídoto
contra todos los males de este mundo.
Vamos a buscar
aquel viejo tiburón
a las profundidades del mar de la sangre.
La marea misma
nos guiará
y al cambiar
lo obligaremos
a dar su dirección
a dar en antídoto
contra todos los males que hay aquí.
Vamos en procura
de un genio tirador
que pruebe con nosotros o busquemos la forma
de algo que nos cure la preocupación
algo que nos sirva
contra todos los males de este mundo.
Spinetta, 1981
al enorme dragón
a su morada entre las ruinas de oro.
La noche nos guía
al sol se asomará
y al volverse
lo obligaremos
a dar su corazón
a dar el antídoto
contra todos los males de este mundo.
Vamos a buscar
aquel viejo tiburón
a las profundidades del mar de la sangre.
La marea misma
nos guiará
y al cambiar
lo obligaremos
a dar su dirección
a dar en antídoto
contra todos los males que hay aquí.
Vamos en procura
de un genio tirador
que pruebe con nosotros o busquemos la forma
de algo que nos cure la preocupación
algo que nos sirva
contra todos los males de este mundo.
Spinetta, 1981
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