Arponea el sol
una calle del sur.
Un albañil se hamaca
pintando el lado B de un edificio.
Mirando a esa pareja pelear en la esquina
el perro siberiano de los Scardanelli
lamiéndose las patas.
Detrás de las persianas bajas
jóvenes desocupados
juegan fulbito en televisión.
Son los que no hacen nada
sólo nada, se hacen humo,
buscando aquel martillo de Thor.
Pelopinchos en terrazas
y así el verano pasa
y los bichos giran
en torno al farol naranja.
Y los pensamientos brotan
de mi cabeza como el sudor
y nunca me cierran las cuentas.
Detrás de las persianas bajas
jóvenes desocupados
juegan fulbito en televisión.
Son los que no hacen nada
sólo nada, se hacen humo,
buscando aquel martillo de Thor.
Fabián Casas
una calle del sur.
Un albañil se hamaca
pintando el lado B de un edificio.
Mirando a esa pareja pelear en la esquina
el perro siberiano de los Scardanelli
lamiéndose las patas.
Detrás de las persianas bajas
jóvenes desocupados
juegan fulbito en televisión.
Son los que no hacen nada
sólo nada, se hacen humo,
buscando aquel martillo de Thor.
Pelopinchos en terrazas
y así el verano pasa
y los bichos giran
en torno al farol naranja.
Y los pensamientos brotan
de mi cabeza como el sudor
y nunca me cierran las cuentas.
Detrás de las persianas bajas
jóvenes desocupados
juegan fulbito en televisión.
Son los que no hacen nada
sólo nada, se hacen humo,
buscando aquel martillo de Thor.
Fabián Casas
No hay comentarios.:
Publicar un comentario