di clases al alba y dormí una siesta reparadora. soñé con mi antigua profesora de canto. estaba en su casa pequeña, luminosa, con olor a incienso, hinduismo, plantas por aquí y por allá. podía ser la casa de Florida o la de Saavedra. no importa, lo que importa es que era su casa con esa luz amarilla calentita y las flores y ese color verde tranquilo que se enciende después de la lluvia. será porque hace algunos meses que los lunes y los viernes paso cerca de ahí y pienso en todos los caminos que fui haciendo y me veo en ellos. encontrarme con ella fue un poco encontrarme con la yo de ese entonces y abrazarla.
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