jueves, 31 de diciembre de 2015

los sueños de stramonium

cuando cumplí 23 años, empecé a ir regularmente a una homeópata unicista. dolores fuertes de ovarios y de cabeza, anginas a repetición y una disfonía casi completa me llevaron por ese camino gracias a mi profesora de canto de ese entonces. en mi infancia mi mamá también me había llevado a un homeópata. era un doctor bastante renombrado y extraño que atendía en la calle Uruguay. la sala de espera de su consultorio siempre estaba colmada de gente. daba turnos a tres meses. era de verdad una especie de alquimista de las plantas y los minerales. pero no recuerdo mucho de ese tratamiento. sólo que me daba una preparación magistral que yo debía tomar dos veces al día luego de agitarla. me miraba el iris con una lupa y decía cosas de mí que sólo yo sabía. también me acomodaba la espalda con sus manos. crac crac. mucho tiempo después supe que eso se llamaba quiropraxia. cuenta mi mamá que una vez mirándome el iris con la lupa dijo: "bien, belén, bien, le ganaste a la muerte!". yo no lo recuerdo. hace pocas semanas mi mamá me contó de una internación larga que tuve cuando era una bebé. nadie sabía qué tenía. pasé varias semanas aislada en una sala del hospital militar. pero como venía diciendo, cuando cumplí 23 años y luego de un mes de vacaciones en la Patagonia, comencé un tratamiento homeopático que sigo hasta hoy. ignatia, licopodium, calcárea carbónica, nitric acid. todo eso fui. hasta que un día llegó carcinosinum. durante diez años tomé carcinosinum, con entrega y método. hace exactamente un año, en diciembre de 2014, la médica homeopática decidió cambiar la medicación. "porque vos estás pidiendo cambiar", dijo. y fue tan cierto. hace un año que tomo stramonium, una flor alocada y particular. durante las primeras noches, doce o trece, que comencé con las gotitas, tuve sueños nítidos y narrativos como hacía mucho tiempo que no tenía. mis sueños, o el recuerdo de mis sueños, son más bien fotográficos o sensoriales. stramonium le dio un discurso a mi inconciente, fue como si hubiera tomado todos los elementos sueltos que andaban por ahí y los articulara en una historia. anoté todos esos sueños en una agenda vieja cada mañana, religiosamente, hasta que volvieron a disolverse por ahí.

1. estoy en un auto. bajo a dejar algo al colegio suizo. queda por el centro de Buenos Aires, pero en el sueño yo siento que es en Bariloche, al lado del colegio hay un local que me gusta: es una casa de comidas para alumnos. está ambientada en verde y bordó, es chiquita y tiene luces amarillas que me tranquilizan. toco timbre, me atiende una chica. aunque es una casa de comidas, yo siento que se trata de un hotel. la chica me habla, es rubia. después estoy en el auto de nuevo y le hablo a mi mamá, que no me contesta pero me cuenta algo de una amiga de su infancia.

2. es de noche. estoy con V y V en Bariloche al pie de una montaña en los kilómetros. le digo a V que lo de V es mucho más difícil porque tiene dos pibes. repito varias veces "dos pibes", una expresión que no es mía en la vida de la vigilia. en el sueño sigue siendo de noche y ahora estoy en la casa de los hermanos A. es una noche de verano en Buenos Aires, estamos por salir a algún lugar. las cosas brillan, las luces, las copas. hay música. estamos en 11 de septiembre y Luis María Campos; se cruzan en el sueño.

Nota: durante la noche sentí mucho frío y mucho calor por partes iguales.

3. estoy saliendo de un cuarto de hotel. el lugar donde queda el hotel no me queda claro. al abrir la puerta me cruzo con L, del diario, que está rubia platinada y espléndida. nos saludamos. en la habitación  había una tele encendida.

4. estoy en un lugar que es mi trabajo. no entiendo cuáles son mis funciones allí. hay movimiento, gente que va, que viene. yo tengo que llevar cosas. está oscuro pero no es de noche. también hay micros, movimientos de micros. es un lugar que mira a la calle. ¿es Argentina? mi papá abre la heladera de su casa y me ofrece coca cola fría. me pregunta si distingo el sabor. le digo que sí, que es coca cola con gusto a quínoa.

5. es de noche y estoy llegando al campo de mi profesora de yoga para un retiro. estoy llegando pero también me estoy yendo. no es una noche cerrada sino que el cielo está azul eléctrico con estrellas. hay una casa rodante y personas que van y vienen con bolsas de dormir. saludo a mi profesora de yoga con un beso. se la ve contenta. siento cómo mis pies pisan el pasto mojado por el rocío.

6. estoy entrando a un aula que parece ser de la facultad. me siento al lado de un hombre que es mi amigo D, pero cuyo aspecto exterior no es el de mi amigo D. me dice algo sobre unos libros de cuentos infantiles, de tamaño pequeño, como cuadrados de tapa blanda. luego aparezco con mi ex novio A en un altillo, preparando la cama para dormir, él va y viene, da vueltas, no están mal las cosas entre nosotros en ese momento, pero él se muestra inquieto. luego aparezco en Puerto Madero con mi amiga de la secundaria L. caminamos pero llegamos hasta ahí en un súper auto. ella está por casarse. nos cruzamos en la calle con J, que ahora es juez y pasará música en su fiesta de casamiento. aparece caminando un empleado del juzgado y le grita "doctoooor", medio en chiste, y lo invita a jugar un partido de fútbol. antes de irse, le da su tarjeta personal.


7. es la mañana. estoy en el barrio de Saavedra al fondo. pasando Crisólogo Larralde. en Avenida del Tejar y Ramallo, o más allá aun. cierro y guardo una notebook en una habitación, que es mi habitación, en una casa vieja, redonda, blanca, parecida a la casa de mi amiga P de la secundaria en Belgrano y al edificio donde vivía una compañera del colegio que después se volvió hippie, en las Barrancas. tengo que salir para un lugar. tomo un colectivo en la avenida y le pregunto al chofer dónde bajarme. él me guía. llego a un bar de estación donde hay gente cantanto o yo canto. no es claro.

8. estoy en La Boca en una casa, es la casa de C, la librera. es de noche. estoy ahí con ella, su hija y su novio. estamos arreglando la casa. algo en el piso, en el baño. algo con la pintura del baño. es gris o verde cemento.

9. me iba de viaje, a vivir a otro país. estaba en el departamento de Báez haciendo mis valijas. afuera, en la calle, que era en realidad Virrey del Pino, había gente por viajar también, esperando. al terminar de hacer las valijas, tomaba mi mantita peruana para viajar con ella. me preocupaba porque no tenía internet en el teléfono en el camino. después aparecían mi mamá y mi papá. yo abría el cajón de su mesa de luz. veía un arma envuelta en papel de diario. no me asustaba, pero cerraba el cajón. era de día.

10. el sueño está muy fragmentado, están fragmentadas las escenas. en una estoy teniendo sexo con X en un hotel, cuando una mujer abre la puerta de la habitación. nos bañamos y salimos. luego, estoy en un tren, sobre un puente, y pregunto el nombre de la estación donde debo bajarme. alguien me dice algo así como "Las Heras". una chica hace una acotación: "la estación donde antes hacían la obra de teatro Los Macocos". sigo y en una verdulería veo un cartel: "PAPAS". estoy como por Cabildo y Blanco Encalada y pasa mi hermana con un paño con aros y me saluda. aparezco con un grupo de personas que dicen que debo cuidarme en las comidas porque me tengo que operar. me pongo nerviosa por la anestesia, la operación se atrasa unos días. aparece un mail proyectado sobre una vidriera de un negocio del Paseo La Plaza. es para AA avisándole que encontraron en una fiesta sus documentos y que los guardarán hasta que ella los pase a buscar. el mail sigue. me despierto en el sueño y en la realidad.

11. iba a visitar a GG a una casa nueva donde se había mudado. iba junto a dos personas más, una mujer y un hombre. la mujer era de a ratos una correctora con la que había trabajado en un diario y de a ratos no era ella. la casa quedaba en Liniers o La Paternal. no tenía nada que ver con GG el lugar. las paredes estaban pintadas de un verde fuerte, entre botella y uno más chillón. estaba su primera hija dando vueltas por ahí, era aún bebé en el sueño. había también una especie de árbol de navidad y una escalera que llevaba a un sótano. yo le decía que me daba miedo. ella me decía que le daba tranquilidad. en el descanso de esa escalera había adornos colgados, bolas chinas rojas y doradas. también estaba su perra, que iba y venía, y una amiga de ella que yo no conocía. se hizo de noche y salimos a la vereda a conversar. yo tenía puesta una remera blanca a la que se le había hecho un agujero, y eso me ponía mal.

12. estoy con B en su casa que es una habitación en una galería comercial. fui a visitarlo. me sorprendo porque el lugar se ve limpio y ordenado, aunque la cama es chica, pero está tendida. tiene un acolchado color verde botella. también estaba L, la francesa de la revista. la galería es en Belgrano.

13. me encuentro con mi papá en la calle. es una tarde gris de invierno. estamos en Buenos Aires, cerca de una cancha de fútbol que parece la de River. mi papá me saluda y me da el auto. está sucio, con tierra del campo. le digo que para qué me lo da si no sé manejar. me dice que me arregle y se va.

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