si siguiéramos hablando, te recomendaría un libro, las fidelidades, de Diane Brasseur. tal vez te prestaría el mío, sólo si prometieras cuidarlo tanto en la salud como en la enfermedad. pero no creo ya que volvamos a hablarnos. porque no creo que pueda perdonarte. hay un libro, otro libro, que abre: ´esta historia empieza cuando yo era otro´. ahora yo soy otra, atravesada por la fuerza de la experiencia. y la claridad. ¿cuáles son los hechos y cuál es la verdad que esos hechos revelan? ¿qué nombre lleva aquello que no se ve y sin embargo existe? ¿qué define tu existencia? ¿viste alguna vez caballos en el mar, sentiste el viento que golpea con la fuerza de la nuevo? por la postura de tu cuerpo puedo darme cuenta cuándo estás cerrado y cuándo estás triste, también me doy cuenta cuándo mentís. por la postura de tu cuerpo y por tus dedos, cuando posteás una foto atrás de otra y otra y otra y otra, fotos vacías, de un momento vacío, junto a personas vacías, en un trip vacío. ahora mi pelo cae dos dedos debajo de mis orejas y se acomoda justo detrás de ellas. cuando caiga otros dos dedos más, llevaré un saco de terciopelo azul liviano para salir a caminar y entenderé más cosas, otras. no diré creo que, diré no, no me enredaré en pensamientos vagos y confusos acerca del amor.
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