sábado, 31 de enero de 2015

una sensación hermosa que casa tanto me invade y que sé que pronto llegará de nuevo. una sensación como:

*cuando volvía en 130 de noche por paseo colón vacía en invierno.

* al salir del luna park o al gran rex después de un recital de charly.

*cuando jóse me pasaba a buscar por la clase de violín y nos íbamos a comer algo al miramar antes de cursar y llegábamos en pedo a clase.

*esa noche que salimos a caminar del brazo en humahuaca con  karen cuando murió gandolfo.

*las tardes/noche en el bar tarzán con darío y santiago haciendo la revista.

*las noches con d. esa en el teatro de serrano y las otras en su depto de gascón y córdoba. y la noche que se presentó "para los árboles". y una tarde de sábado comiendo tostados de queso mirando el atardecer.

*spinetta obras vivo 2001 con ana y darío. fila dos.

*las 5 cuadras desde maipú hasta el estudio de canto de pelay.

* la noche que Rodrigo fue a buscarme a la salida del recital de Fito en el Ópera. los mails larguísimos que nos mandábamos. que me dijera maga.

*la tarde que vi "boquitas pintadas" en el viejo museo del cine.

*la cerveza con Ariel en San Telmo cuando recién volvimos de El Bolsón.

* la mañana que llegó Gustavo de sorpresa con "nicaragua tan violentamente dulce" de regalo.

* caminar de noche con chinitas de terciopelo, pantalón suelto, polera de lana y gamulán por Corrientes buscando libros.

* avenida de mayo de noche con frío.

* una tarde en La Giralda traduciendo un millón de oraciones en latín.

*los sábados en mi habitación minúscula de la casa de saavedra. leyendo y escuchando a Milagros López en la radio.

*la primera bocanada de aire cuando llego a Bariloche. siempre.

*las noches cursando cine en Bulnes.

*Ir al teatro con mi hermana embarazada que se hacía pis de risa literalmente.

* cuando salimos del metro y vimos Madrid por primera vez.


viernes, 30 de enero de 2015

Durante los cuatro domingos de febrero estaré haciendo un pequeño segmento literario en el programa de Carlos Rosa por FM La Tribu.
Este domingo vendrá Diego Meret, autor de "En la pausa", "La ira del curupí", "Los chicos gorrión". Hablaremos de libros, que es un poco hablar de la existencia. Ojalá lo pongan de fondo mientras preparan la mochila para el lunes.


Se escucha en el 88.7 o por internet en www.fmlatribu.com

jueves, 29 de enero de 2015

"Pero ¿dónde queda el fondo de una caída?"

Enrique Symns, El señor de los venenos

domingo, 25 de enero de 2015

Si la vida tiene sentido, una bestia sentada junto a la otra
oliéndose las bocas no puede ser el sentido de la vida, salvo
que te dé el cuero para ser una bestia.
Lo otro es sentarse a la diestra del Señor y bancarse día y
noche las ganas de matarlo. Y sonreír, para siempre a salvo,
mientras copulan las bestias allá abajo; mientras copula la
mujer que odiás con un hijo de puta un poquito más santo que
vos.
Y no es otro o lo otro. Hagamos lo que hagamos somos la misma
cosa. Toda pasa por el miedo; y el único miedo que conocemos
es el que inventamos nosotros.

De La vida en Córdoba (1999), Vicente Luy

Foto: 1959

viernes, 23 de enero de 2015

"En verano parece una inocente hebra de barro que cruza la capital, un flujo de nieves enturbiadas por el chocolate amargo que en invierno se desborda, desconociendo límites, como una culebra desbocada que arrasa en su turbulencia las casas de ricos y pobres levantadas en sus orillas. Porque este río, símbolo de Santiago, se descuelga desde la cordillera hasta el mar, cortando el flaco mapa de Chile en dos mitades, y en su recorrido nervioso, atraviesa todas las clases sociales que conforman una urbe. Desde las alturas de El Arrayán, donde los hippies con plata instalaron su tribu ecológica y mariguanera, sus casitas de playa, con piscina y amplia terraza para mirar el río en pose de yoga o meditación trascendental. La comunidad naturalista, donde las señoras hippies con guaguas rubias a poto pelado hacen quesos de soya y recetas macrobióticas escuchando música new age. Tan inspiradas por la precordillera de lomas y quebradas, y el rumor del Mapocho que se lleva en la corriente sus olores dulces de sándalo, incienso y patchulí hasta mezclarlos, más abajo, con la caca negra de los pobres."

"El río Mapocho", De Perlas y cicatrices, Pedro Lemebel (Santiago, 1952-2015)

23 de enero de la eternidad


Foto: Obras, diciembre de 2001

jueves, 22 de enero de 2015

"Estoy en un punto en el que no puedo ser la que siempre soy ni convertirme en la que podría ser".

Claire Keegan, Tres luces

viernes, 16 de enero de 2015

"Palabras a no dudarlo, palabras, no otra cosa. Palabras en lugares, las mismas en diferentes textos, palabras vueltas del revés desde la primera letra. A punto de poema. Halladas en ocasiones, en lindes de un olvido, en manos aún torpes de aprendices de sol y de sombra, ¿poesía qué, cuándo, poesía cómo? 
Acentos tales. Palabras que quieren decirnos algo oculto desde siempre por las parcas de los sueños, escondido entre los pliegues."


Apuntes para una reencarnación, Arnaldo Calveyra

miércoles, 14 de enero de 2015

guglear

¿cuál es mi misión en esta vida?

voy a tener suerte
me escribió una chica que no conozco para decirme que empezó Iyengar luego de leer mis loas al método. dice que le cambió la vida y que se siente bendecida.
considero que cumplí mi misión en internet.

martes, 13 de enero de 2015

la pregunta crucial es si de una vez yo me voy a animar a ser yo, aunque no tenga idea de qué se trate ese asunto.

lunes, 12 de enero de 2015



"Hilanderas", Nair Benedicto, San Pablo, 1940

"No es necesario que salgas de casa. Siéntate a tu mesa y escucha. Ni siquiera escuches, espera solamente. Ni siquiera esperes, quédate completamente solo y en silencio. El mundo llegará a ti para hacerse desenmascarar (no puede dejar de hacerlo) y se prosternará extático a tus pies".


Franz Kafka

jueves, 8 de enero de 2015

a veces siento que la pluma de la historia

nadie puede entender que quiera dejar la escritura. pero siento que ya no soy una con ella. ya no es el nuestro un vínculo devocional. y si no es devocional, no puedo sostenerlo.
hace justo diez años decidí, con mucha dificultad interior, exterior y de todo tipo, que dejaba atrás las ropas que usaba y junto a ellas la tranquilidad de un futuro burgués y acomodado. ya no sería más esa promesa. las pantalones de vestir, las camisas planchadas, los zapatos con taco, los tapaditos de paño. esa que ya no era yo quedaba atrás. ya no continuaría el linaje de una familia construida a base de profesiones tradicionales y seguras: abogados, médicos, ingenieros, militares.
mi pelo había crecido en esos cinco años de transición y yo había crecido con él, acompañando sus movimientos y sus momentos críticos.¡ perdón mamá, papá, tío, abuela, perdón a todos! sufro en esa universidad de puerto madero. sufro durante la noche cuando estudio en las casas aristocráticas de mis compañeros sobre la avenida del libertador, con campanita para llamar a la empleada y relojes de péndulo. prefiero quedarme tomando mate en la cocina con la empleada a la madrugada mientras, ellos, mis compañeros, salen borrachos y drogados en el Audi de papá a dar vueltas por Recoleta y cogerse alguna puta y después van a misa con la novia en la Iglesia del Pilar.
yo ya no era ésa, era otra, de pelo largo, más suelta, más liviana, más floja. tarde pero seguro había leído las vanguardias, a los formalistas, había aprendido lenguas muertas, había conocido a militantes políticos y a sobrevivientes de la dictadura, a hippies, artesanos, lúmpenes, locos, resentidos y artistas. yo quería ser una con ellos y vivir la vida desde ese lugar.
el tiempo pasó y todo pasó con él. y la vida me fue llevando del despacho de un juez italiano a una redacción en un sótano, y a otra en una galería del microcentro, y a otra en palermo chico, y a la esma. la vida me fue llevando a lugares y situaciones que jamás hubiera imaginado atravesar. a veces siento que la pluma de la historia me pasa por el cuerpo y hace viento sobre mi cara.
no sé adónde voy ahora, pero sé que esas ropas también quedaron atrás. no son mías ya. no son mías esas tardes y noches en redacciones con olor a cigarrillo y alcohol y cocaína y nervios y bohemia y la noche en la ciudad.
nadie puede entender que quiera dejar la escritura y ser camarera de noche en un bar de la otra punta de la ciudad, esa punta donde yo soy más yo que acá. pero después de haber vivido un año con esotéricos, hippies de circo, mi padre, budistas, después de haber sido una extranjera en mi ciudad, sé que ya no soy esa que fui. que estoy una vez más mutando. y si en cada cambio uno va dejando atrás cáscaras, como muñecas rusas, como ropas viejas, se acerca cada vez más a una de tamaño pequeño, pero sustancial, verdadero.
a veces siento que la pluma de la historia me pasa por el cuerpo y hace viento sobre mi cara.

miércoles, 7 de enero de 2015

el año que pasó, 2014, fue un año complicado. muy parecido a otro año complicado, 2006. 2014 y 2006, los años más difíciles de mi vida, que comenzó en 1979.
2006 fue un año muy complejo, pero luego de atravesar meses de oscuridad y tristeza, renací y me convertí en quien fui hasta 2014.
b. 2006-2014 está mutando. ahora soy b. 2015, que no sé cómo es, pero bueno. 
siento que vienen cosas nuevas, pero no sé cuáles son.
igual las siento.
voy creciendo con mi pelo.
Querida Fe

Y pienso que un nuevo período comienza en mi vida
que es el de ser yo,
ser yo es ir flotando y también arrastrarme
flotar y arrastrarme a la vez
me olvido de la mente y de todo
ahora Fe me entrego a tus manos
Querida Fe:
no sé de qué forma te aparecerás
pero en algún momento vas a aparecerte
de eso no tengo dudas
Los poetas nunca saben lo que escriben,
y acá estoy, tratando de escribir bien
pero nunca me va a salir,
y aparte Querida Fe, si te aparecés convertida en algo
no creo que lo hagas convertida en poema.


sábado, 3 de enero de 2015

desnuda sin mi bolso

1.
un hombre que podría ser mi padre pero que en cambio quiere ser mi novio se ofende del otro lado del teléfono porque no pasaré año nuevo junto a él y sus hijas. estoy arriba del tren con un vestido viejo y un bolso tejido. está por anochecer. en el vagón un grupo de senegaleses baila música árabe, mientras aplauden, como en un exorcismo de todo lo que pasó en el año. cuando me baje de este tren, tendré que combinar con otro tren para llegar a un campito en las afueras, donde me esperan para comer y recibir el año.

2.
la gente se ve apurada, son los últimos movimientos antes que den las 12 y todo siga igual pero distinto. un chico corre con una caja de fin de año de esas que dan en las empresas, dos amigos se ríen, una familia con chicos chiquitos come choripán. año nuevo con el pueblo. a mi lado, se sienta un señor grande y corpulento. mando dos mensajes. pongo música. el tren arranca hacia el sur.

3.
no sé cómo pasó, pero pasó. fue en avellaneda. una mano rompió el vidrio, que se cayó sobre mi falda, junto a un cigarrillo encendido y yo que no entiendo nada. un hombre sin rostro me arranca el bolso y se va caminando por el andén. el tren arranca. me quedo helada. me pongo a llorar sin consuelo.

4.
el teléfono, documentos, plata, las llaves de mi casa, el mp3, ropa, el remedio homeopático, un blíster de ibuprofeno, toallitas. mi última esperanza de pasar año nuevo en paz.

5.
ahora estoy en otro vagón con cuatro guardas viejos y uno joven que me miran con resignación. hablan por handy con otros guardas de otras estaciones. me dicen la zona está sin policía, sin prefectura, no hay nadie. no creo que vayas a encontrar tus cosas. a ver, vos, y señala al guarda joven, acompañala, buscá en las estaciones, yo estoy avisando por handy desde acá. me miran con más resignación. subimos y bajamos escaleras, abrimos puertas de habitaciones minúsculas donde empleados ferroviarios miran tele y fuman y dicen que no vieron nada no no que no saben nada que no nadie les dejó un bolso no no ni idea.

6.
el guarda joven me dice que no me ponga mal. que él me presta una SUBE para que vuelva a mi casa. me pongo peor. entonces enciende una linterna y se baja a las vías y busca mi bolso o restos de él, para un lado, para otro. nada. sólo perros vagabundos, peludos, echados, más allá del tiempo.

7.
me dice que tenía que ir a alejandro korn pero que ahora tiene que tomarme los datos para justificar que lo mandaron de vuelta a buenos aires. nombre, domicilio, teléfono (no tengo, me lo robaron, sabías!), hora del robo. loco, parecés cana, tené un poco de empatía, me afanaron todas mis cosas, es año nuevo. tengo empatía, te dije que te daba mi SUBE. bueno. una enseñanza más: la gente te ayuda como puede. a veces puede mucho, a veces poco. pero ese poco para ellos tal vez sea mucho y vice versa. lloro. me consuelo con argumentos progresistas: está bien que me haya robado porque él tuvo menos oportunidades que yo. me cebo con otros argumentos para nada biempensantes.

8.
llegamos a buenos aires, tampoco hay policía. yo me siento desnuda sin mi bolso, sin mis cosas. otra enseñanza: las cosas son sólo cosas, que es todo lo otro que ponemos en ellas. me lleva al cuartito central, donde guardas, empleados y empleadas van y vienen con planillas de trenes que tienen que salir o que están por salir o que nunca saldrán y relojes enormes y mesas de madera de roble de un país próspero que ya no es más. me hablan pero no entiendo qué me dicen. me ofrecen un vaso con agua. me dicen vení, vamos a la comisaría.

9.
subimos por un ascensor viejo al sexto piso de la estación. desde un ventanal enorme se ve buenos aires de noche como si fuera ciudad gótica. me reciben cuatro policías gordos, viejos, enfriando sidra, cortando pan dulce. la tele está encendida. entro al despacho del comisario. nombre, apellido, profesión, domicilio, hora del robo, qué llevaba en el bolso, cómo era el hombre que le robó, podría describirlo, en qué estación. la ventana de la unidad estaba abierta. el hombre entró y salió corriendo. describa. disculpe, oficial, pero no puedo más. voy a llorar. y lloro lloro lloro. me trae un vaso de plástico con osos dibujados en azul y amarillo con algo de agua. le pido un cigarrillo. lo fumo como un preso. sigue anotando en su computadora. me ofrece el teléfono. llamo a mi madre. lloro. lloro. al rato llama mi padre. que en media hora me busca por aquí, que si me lastimaron lo diga porque la carátula no es robo sino robo y lesiones. bueno bueno bueno papá. corto. me dice el poli vení a la mesa de año nuevo.

10.
poli 1. poli 2. poli 3. poli 4. perro 1. perro 2. yo.

11.
llamo a movistar para bloquear el teléfono, me dicen que habían llamado para preguntar el crédito y que se metieron en mis redes sociales. me meto en la computadora del comisario. permiso comisario le voy a usar la pecé. cambio mis contraseñas. lloro un poco. trato de entender qué es lo que dan en la tele pero no entiendo nada. miro por la ventana. buenos aires no parece buenos aires. yo no parezco yo.

12.
suena el teléfono. es mi papá que está abajo esperándome en el auto. el comisario me dice justo para las doce, si te quedabas te iba a tener que saludar con un abrazo. un policía al que no había visto me acompaña. los policías son todos iguales, como los chinos. bajamos por el ascensor viejo. en el descanso, un grupo de tres ferroviarios prepara la mesa, gritan vamos que son las doce ya. los perros van y vienen. atravesamos la terminal absolutamente vacía y enrejada, de una punta a la otra, porque está cerrada con llave y debemos salir por la puerta de atrás. en la calle, unos lúmpenes tratan de prender fuego un auto viejo, una mujer grita, otros corren arriba de un changuito de supermercado empujado por un hombre descalzo, un nene solo me mira con ojos vidriosos. me dice con la mirada sacame de acá. yo sigo caminando con el policía, que me cuenta que además es profesor de literatura y que el año que viene se va a jubilar y sólo dará clases. le digo que qué bueno, que yo también estudié literatura, que mejor que deje y sólo dé clases, que va a poner en cuerpo, pero de otra manera. una mujer corre con una nena de la mano y un borracho le dice feliz año al poli. toca la bocina un hombre que podría ser mi padre y es mi padre. abrazo al policía y le digo gracias, gracias por todo. feliz año. subo al auto. lloro. vamos derecho pro Brasil. en la calle la gente grita, estallan fuegos artificiales.

13.
felicidades (clic)