viernes, 25 de marzo de 2016

me cocino con amor
cepillo con suavidad
mi pelo recién lavado con
ortiga y aloe vera
tapo mis pies helados
con una mantita
de lana soñada
cuando tengo frío
mientras estoy leyendo
 
soy mi propia madre ahora
soy también mi propia hija
soy para mí
todo lo que no sé.

jueves, 24 de marzo de 2016

del colegio de monjas me quedaron hábitos ascéticos que me cuesta abandonar:

me ato el pelo ni bien me despierto a la mañana y durante el día casi siempre.

casi no me pinto.

considero que es una virtud llevar una vida austera.


soy limpia, pulcra, pulcrísima.

no me gusta decir "malas palabras".

me gusta estar en silencio.

me gusta rezar.

me gustan las labores.

me gusta el color gris, que es justamente el del hábito que llevaban las monjas de mi colegio.

catorce años educada por monjas me convirtieron un poco en una de ellas, al menos en algunas cuestiones operativas de la vida cotidiana. no me había dado cuenta de eso hasta que una amiga con quien iba a un pueblo de la provincia a misionar y alfabetizar me lo hizo ver. y será por eso también que uno de mis libros preferidos es "El retrato del artista adolescente", de James Joyce. del catolicismo a la literatura, el camino de Stephen Dédalus, el mío. una ruptura constructiva y emancipatoria.

"Descubrir una manera de vida o de arte en la cual tu alma pudiera expresarse a sí misma con ilimitada libertad."


El retrato del artista adolescente, James Joyce (Irlanda, 1916)

jueves, 17 de marzo de 2016

ayer viajé en el tren al lado de una mujer senegalesa con su bebé de dos años, que nació en Argentina. me contó que trabaja en Constitución vendiendo carteras y que vive en Coghlan. está en Buenos Aires hace dos años. el bebé iba quedándose dormido al son de versos del Corán cantados que salían del celular, como una cajita de música. ella llevaba un turbante hermoso, aros dorados grandes, como argollas, y un vestido largo, marrón y blanco a lunares. era de una especie de seda transparente que dejaba adivinar su cuerpo alto, delgado, más increíble que el de cualquier supermodelo de los 90.

miércoles, 16 de marzo de 2016

Los meses y los días son viajeros de la eternidad. Los años van y vienen y también son viajeros. Para aquellos que dejan flotar sus vidas a bordo de barcos o envejecen conduciendo caballos, cada día es un viaje. El viaje mismo se vuelve su hogar. Entre los antiguos, muchos murieron en plena marcha. Incapaz de refrenar pensamientos de vagabundeo –desde hace cuánto tiempo, no lo sé– recorrí la costa igual que un girón de nube se deja llevar por el viento. Al correr el otoño pasao, volví a mi choza a orillas del río y barrí las telarañas.
Gradualmente el año llegó a su término. Entonces me vinieron ganas de cruzar el paso de Shirakawa en primavera, cuando hubiera neblina en el aire, hasta llegar a Oku. Poseído por un duende viajero y con las señas que me hacían los espíritus del camino, no conseguía fijar mi mente ni ocuparme de otra cosa. Remendé mi pantalón rotoso, cambié las cintas al sombrero de bambú y me apliqué moxa en las espinillas, a fin de fortalecer las piernas para el viaje. En ese momento sólo era capaz de pensar en la luna de Matsushima. Cedí mi cabaña y me trasladé a casa de Sampú para permanecer allí hasta la salida de mi viaje, no sin antes colgar de un piñar de mi choza un renga en ocho estrofas, la primera de las cuales dice así:
Con nuevos inquilinos
hasta una choza puede volverse
casa de muñecas.
.................

De pronto me vinieron unas ganas locas de ver flores. El ansia guió mis pasos hacia Yoshino, a mediados de marzo. En Ise vino a recibirme aquel con quien había decidido marchar cuando estaba en Irago. Quería compartir conmigo los sinsabores del camino y atenderme lo mejor que pudiera. Para la ocasión, se puso como nombre Mangikumaru (“chico de los diez mil crisantemos”). Me encantó este apodo irónicamente infantil. Al ponernos en marcha, garabateamos riendo en los sombreros: “Sin domicilio fijo en este mundo: solo dos caminantes”.
Te mostraré
cerezos en Yoshino
sombrero de ciprés
En Yoshino yo también
te haré ver qué cerezos
sombrero de ciprés
Demasiados bártulos estorban en un viaje. Me deshice de casi todo. Sin embargo, tuve que empacar en un jergón, impermeable, plancha de piedra para fabricar tinta, papel, mis remedios, canasta con comida....Llevaba todo a cuestas, claro, con piernas inseguras bajo mi cuerpo enclenque. Estuve a punto de caer de espaldas. Casi no avanzaba en el camino, me sentí completamente miserable:
Exhausto, al fin encuentro
alojamiento.
¡y flores de glicina!

de Diarios de viaje, Basho (Japón, siglo XVI)


de la serie Estampitas, Ana Tarsia (Buenos Aires, siglo XX)

martes, 15 de marzo de 2016

las chicas tienen un lugar donde viven esas cosas que asombran


hace un año, medité durante diez días en absoluto silencio al lado de esta monstrua. se despertaba primera, se acostaba primera, siempre con su vaso de té de jengibre en la mano. a las 5 casi 30, se sentaba con su chal de lana pura a ver el amanecer sobre el campo abierto. no hablamos mucho: unas pocas palabra antes de comenzar el retiro, otras pocas al terminar. con su silencio iluminaba la noche cerrada para un lado, para el otro, a la redonda.

lunes, 14 de marzo de 2016

nidra yoga

subí a una montaña nueva para mí, durante dos días. hasta que llegué a un refugio de madera y vidrio, donde dormí. encontré una caja de papel marrón dentro de la que estaba la carta VI del tarot, el enamorado, me vestí con las ropas del enamorado y salí del refugio, grité: "xxx". luego guardé la ropas y desnuda desandé camino. un perro y un zorro rojo me guiaron.

sábado, 12 de marzo de 2016

"Quiero tener este hijo y después desmoronarme. No estoy hecha para el matrimonio. Soy egoísta, polígama, amoral, irresponsable, desequilibrada y en absoluto soy un buen miembro de la sociedad (y odio pensar lo que me harían en la Unión Soviética, pero afortunadamente no voy a hacer una lista en este momento)... Quiero un trabajo, disfrutar de mi hijo, escribir, ser feliz y, por supuesto, formar parte del partido, y tener un amante sin todas esas cosas del matrimonio que me desquician. ¿Voy a cumplir todo esto? No lo sé".

Doris Lessing  (Reino Unido, siglo XX)

martes, 8 de marzo de 2016

en febrero leí:


. Lo mejor de Cerdos y Peces, la revista de este sitio inmundo, Enrique Symns

. El año del pensamiento mágico, Joan Didion

. La mano de Marguerite Duras. Cocina, escritura y biografía, Sonia Montecino y Michele Sarde

. Las fidelidades, Diane Brasseur



viernes, 4 de marzo de 2016

"la distancia educa,
como la pobreza."

leyó una chica esta noche en Colegiales. la poesía acompaña a las personas desde los comienzos del lenguaje. así nos veo, tribales, en cada recital de poesía.

jueves, 3 de marzo de 2016

de internet extraño la pureza del comienzo, cuando escribía por acá o por allá sin saber que había alguien del otro lado leyendo, cuando "alguien" era sólo una idea de alguien. ahora escribo con vergüenza y a veces prefiero quedarme callada. ¿a quién le habla uno en internet? yo creo que a mí.

algunas ideas del día:

. la conciencia no es lineal, el lenguaje sí.

. Lacan no tenía idea de Joyce, menos aún de su escritura.

. lamento que haya aumentado el taxi porque puedo tomarlo cada vez menos y si de algo disfruto en esta vida es de tomar taxis y conversar con los choferes. el de hoy me contó que FM Urquiza no sólo es de culto y pasa el mejor jazz sino que transmite desde la iglesia de Triunvirato y Cullen.

. "El corazón es un cazador solitario" está agotado.

. "Sumisión" también.

. nunca dejaré de comprar libros en papel.

. qué lindo el otoño.

. creo que en mi casa hay un espíritu. lo veo en la puerta de mi habitación a veces. es un hombre. no sé qué quiere. cuando salgo, le dejo la radio prendida.

. en la próxima vida me gustaría estudiar filosofía en la iglesia de los dominicos de la avenida Belgrano. conocí a una chica que lo hizo, pero dejó porque se casó con un español. ¿eso qué importa y qué tiene que ver?