sábado, 29 de julio de 2017

Tokwaj cayó del pájaro
y quedó muerto en un palo,
hasta que estuvo muchos días
y se secó.
Hubo un hombre llamado picaflor
que pasó a su lado,
y lo vio y dijo:
“¡Ay mi amigo pobrecito!
Aquí había estado,
con razón no lo veía”.
Y revoloteó varias veces a su alrededor.
Voló por encima
y le dio poder bueno que transforma.
Y entonces se levantó Tokwaj
como si despertara de un sueño.

Poema wichí, en "La buena voluntad wichí: una espiritualidad indígena", John Palmer

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